Roberto García Moritán decidió abrir sus dos restaurantes y enfrentar la actual crisis económica por el coronavirus haciendo él mismo el delivery.
Pero el empresario no sólo sale a la calle a trabajar sino que también encara tareas solidarias en Villa La Cava de San Isidro para cubrir algunas de las necesidades del barrio.
“Lo que nos importaba como socios era transmitir un mensaje y lo que queríamos hacer era dirigir desde el campo de acción, no desde nuestras casas o nuestras oficinas. Yo quería demostrar que aún en las situaciones más difíciles, nuestros empleados iban a contar con nosotros», dijo en diálogo con Catalina Dlugi en la radio La once diez.
Lo cierto es que, mientras Robert sale a la calle a trabajar, Carolina «Pampita» Ardohain colabora con la confección de barbijos. Sobre el apoyo incondicional de la modelo, García Moritán fue contundente y dedicó unas tiernas palabras a su mujer.
“Pampita es una mujer fantástica, muy completa, la mujer más completa que he conocido en mi vida”, concluyó.