Sucedió en Berisso y el hombre se comunicó con el museo de Ciencias Naturales de La Plata, que ahora analiza los restos.
Un hombre de Berisso compró una cantera de tierra y tras el volcar el contenido se encontró con una sorpresa: restos fósiles. En el museo de Ciencias Naturales, donde el hombre llevó lo que se encontró, le dijeron que se trataba de un mastodonte de más de diez mil años.
Un hombre de Berisso compró una cantera de tierra y tras el volcar el contenido se encontró con una sorpresa: restos fósiles. En el museo de Ciencias Naturales, donde el hombre llevó lo que se encontró, le dijeron que se trataba de un mastodonte de más de diez mil años.
El descubridor notó que los pedazos de tierra tenían una composición extraña y al lavarlos fue cuando se dio cuenta de que podían ser restos de un animal.
Tras hablar con el museo de Ciencias Naturales un palanteólogo fue a su casa donde analizó los restos. Llegaron a la conslusión, luego de hallar dos mandíbulas de diferentes tamaño, de que en los montículos de tierra había dos animales.