Septiembre podría ser una meta reconocible para la “nueva normalidad”. Luego de semanas en las que la curva de contagios de Covid-19 no para de crecer, la ministra de Salud, Sonia Martorano, dijo que esperan un agosto “muy complejo y duro”, con brotes en diferentes localidades y en instituciones cerradas, pero que terminado ese mes “quizás podamos avizorar que hayamos pasado el pico”.
“Estamos lejos del pico máximo. Pensamos que hasta fin de agosto vamos a seguir subiendo”, pronosticó la funcionaria, para quien el crecimiento está “dentro de lo esperado”, según lo que está ocurriendo a nivel nacional. “Estamos en 120 mil casos en el país, pero el escenario en el que trabajábamos era de 250 mil infectados”, explicó. El cálculo para Santa Fe era entre un 8,5 o 9 por ciento de esa cifra, por lo que se evaluaban 10 mil casos y hoy se está en alrededor de 700.
La pandemia está generando nuevos brotes en localidades, en especial de la zona sur de la provincia, pero Martorano aseguró que “se están controlando”, con un trabajo de los equipos de salud “con gran acento en lo territorial”. En cada departamento —subrayó— hay un grupo de rastreadores, que son los que se comunican con cada caso confirmado, lo contienen y de forma inmediata trazan los tres anillos de contactos estrechos. Una vez identificados, se pone a cada uno en aislamiento. “Es la única manera de parar el virus, que es como una mancha de aceite que se expande”, comparó.
La médica confió, sin embargo, que está preocupada por la aceleración de la curva, y encomendó a cualquiera que tenga un síntoma sospechoso a que se aisle y consulte por teléfono al 0-800 provincial, para ser guiado y ver si corresponde hisopado. “La detección precoz es la estrategia en este momento en la provincia de Santa Fe para evitar la propagación. No olvidemos que tenemos una situación en Buenos Aires muy complicada, con una vía de comunicación muy importante. Todos los días tenemos el plan Detectar en los barrios y en el centro como manera proactiva de buscar el virus”, especificó.
Además, destacó que el comportamiento de los santafesinos ha sido “fantástico”. “Acatamos una cuarentena que no es simpática, y nos está costando muchísimo, por eso los resultados no son mágicos”, aclaró. Sobre el impacto económico, valoró que la provincia no ha retrocedido de fase: “La decisión del gobernador Omar Perotti fue sostener la actividad comercial, productiva e industrial. Santa Fe tiene que quedar fuerte después de esto. No tenemos dudas de que vamos a seguir adelante, pero notamos en las calles y las reuniones que nos hemos relajado. Es un mes para aumentar los controles y la responsabilidad social”, consideró.
Costumbres que cambiarán
Sobre los cuidados, la ministra alertó que “mientras no haya vacuna, nuestras costumbres van a cambiar”. En ese sentido, recomendó mantener los dos metros de distancia con las otras personas, usar barbijo y lavarse las manos; no compartir el mate ni las botellas al beber directo del pico. “Singapur, Corea del Sur y República Checa usaron rápido barbijos de forma preventiva y les fue bien. Santa Fe lo puso el 15 de abril, mucho antes que Buenos Aires y la curva bajó inmediatamente”, dijo. Y dejó un mensaje para los que quieren ver a su familia y amigos: “Cuidado con las reuniones. Que haya abrazos virtuales y festejemos a fin de septiembre, no cuesta nada”, subrayó.
Respecto de la flexibilización del Area Metropolitana de Buenos Aires, dijo que lo ve “con mucha preocupación” por la proximidad. “Es un foco muy cercano a nosotros, espero que los ciudadanos estén a la altura y tengan cuidado. Santafesinos, venimos haciendo un trabajo enorme, cuidemos esto que tenemos”, pidió. Y adelantó: “Habrá un mes y medio complicado, pero si mantenemos los cuidados vamos a poder mejorar”.