El aislamiento global al que se llegó para intentar frenar la propagación del coronavirus ha dado lugar a situaciones muy particulares. Una de ellas, sobre todo conmovedora, se dio en el Hospital del Mar de Barcelona, España.
Allí, uno de los pacientes hace una especie de video-diario en el que se le escucha decir: «Hoy día 26, estamos en el Hospital del Mar, planta 4, habitación 429, con una de las enfermeras más simpáticas que hay aquí».
La trabajadora de la salud está completamente ‘blindada’: con gafas, bata, barbijo, gorro y guantes, se dispone a ejecutar una videollamada para conectar a uno de los internados con su hijo y su nieto.
Moments com aquests ens emocionen. La Susana, #infermera de la planta d'hospitalització 40, connecta per #videotrucada a un dels nostres pacients amb la seva família 📲. Gràcies a totes i a tots per la vostra gran tasca i humanitat. Ajudeu-los, practiqueu el #JoEmQuedoACasa pic.twitter.com/ERXzwYyUYp
— Hospital del Mar (@hospitaldelmar) March 28, 2020
«Hola, soy la enfermera que está con tu padre y quería hacerte una videollamada con él, para que lo vieses», se le escucha decir a la mujer. «¿Lo ves? José, saluda, es tu hijo», le dice al hombre acostado en la camilla.
El paciente, que parece ser un adulto mayor, ha evolucionado a juzgar por los dichos de la enfermera: «Respira bien ya sin la máquina, está con mascarilla».
Tras varios saludos y presentarse como Susana, pautan una comunicación para el día siguiente a la misma hora y luego cortan. «¡Ay, que lloro, José! Tengo los pelos de punta».