Tras unirse en el diálogo con algunas personas, incluso la policía local, pudo atar cabos que la moto que hacia instantes había sido robada de la portada del club, era la misma que él había visto con dos jovencitos por la zona rural.
Conocedor de la zona, el hombre, que por cierto junto a familiares de la joven dueña de la moto, no durmieron en toda la noche y decidieron armar una estrategia para comenzar la búsqueda.
Esto los llevó a seguir el rastro por los caminos rurales que gracias a los colchones de tierra pudieron seguir el rastro del rodado hasta un puesto, un tambo de la zona.
Como para entrar en confianza, con el hombre que salió al encuentro, la excusa fue que estaban buscando unos animales, pero ante la soltura en el dialogo por parte del puestero, que terminaría siendo el padre al menos de uno de los menores involucrados en el hecho, este les manifestó que estaba disgustado porque ”los changos” se habían ido en horas de la madrugada y lo dejaron solo para el ordeñe.
La pregunta cayó de maduro, “ah sí, y en qué se fueron los changos? en moto fue la respuesta, a lo que la repregunta fue, “y qué moto tiene usted?”, no, mi moto está rota, está en el taller respondió de manera tajante el hombre…a esta altura de los hechos, quienes habían comenzado la heróica tarea de recuperar su moto, ya sabían que los changos se habían fugado en moto robada. Ahí finalizó el diálogo con el tambero, de quienes habían llegado buscando supuestamente unos animales, y decidieron volver al pueblo y dirigirse a la Comisaría, donde según sus relatos los policías pusieron varios reparos legales para actuar, desde que son menores, hasta que seguro se fueron a otra localidad ó informar al fiscal. Hasta ahí sin saber que estaban en Sunchales.Si la policía aceptó acompañar a los damnificados al puesto hasta donde habían llegado con la moto robada según el rastro, y nuevamente son atendidos por el tambero, que inmediatamente quiere entrar en diálogo por los animales, pero ahí si se lo pone en aviso que era una fachada lo de los animales y lo que realmente se está buscando es la moto, donde sin poner ningún tipo de reparos el tambero les contó a los uniformados, que sí, la moto con la que se trasladaban los chicos era robada.
Ante la pregunta de dónde podrían estar, respondió, SUNCHALES.
Estaba cada vez más cerca el final feliz para la familia dueña de la moto, pero nuevamente los reparos legales antes mencionados se hicieron presentes.
Es ahí cuando la familia decidió llenar el tanque del VW Gol, auto en el que se trasladaban, y partir rumbo a Sunchales, en busca de un indicio al menos, que los acerque a su moto ó a los delincuentes, claro en el camino se encontraron con pertenencias que estaban en el baúl de la moto, como para citar unas rodilleras, que utiliza la joven dueña para su práctica deportiva, y otras que forman parte del secreto de la investigación, esto ratificaba aún más que estaban por el camino correcto.
Al llegar a Sunchales con los primeros rayos solares, se dirigieron a la comisaría 3ra, para poner en conocimiento a los uniformados de lo que estaba sucediendo y de ahí en más con algunas pistas firmes, que obviamos mencionar en el detalle para preservar la integridad de personas de bien que aportaron pistas firmes, llegó el momento justo!
A las 10hs, aproximadamente y tras divisar en una calle del barrio Moreno el motovehículo buscado, comenzó una persecución que terminó en la esquina de Donato y JJ Paso del mismo barrio.
Justo ahí, sin basilar, disgustado, cansado, trasnochado, el conductor del gol, cruzó el auto a la moto y de ahí en más, actuaron como actuaría seguramente cualquiera de nosotros “personas de a pie” ante semejante suceso.
Ahí lograron detener a uno, el otro emprendió fuga para el interior del barrio Moreno.
Inmediatamente llegó la policía que se hizo cargo de la situación.
