La autopsia reveló que el cuerpo de Diego Román, de 12 años, intentaron cortarle las extremidades.
El crimen de Diego Román, el chico de 12 años que fue hallado muerto en un descampado de Recreo, sigue siendo un misterio. El cuerpo fue hallado del domingo pasado por familiares y vecinos del pequeño dos días después de que su padre denunciara en la policía que había ido a la escuela y no había vuelto a su casa.
En las últimas horas se conoció el resultado preliminar de la autopsia que llevó adelante el cuerpo de médicos legistas de Santa Fe. Trascendió que presentaba lesiones punzocortantes que son compatibles con un intento de descuartizamiento, además de 30 puñaladas en distintas parte del cuerpo y le había cercenado los genitales.
Fuentes vinculadas a la investigación revelaron que el cuerpo observaba cortes en las coyunturas de las piernas y los brazos que, según los investigadores, habrían sido realizados para separar las extremidades. Los primeros indicios hacen presumir que el niño fue asesinado en otro lugar y luego trasladado al campo donde se encontró e cadáver.
La hermana de la víctima, Juliana, aseguró que el pequeño abandonó su casa porque era víctima de violencia. «Mi hermano se escapó por culpa de mi papá y la mujer porque ellos le pegaban y lo maltrataban. Yo viví con ellos, sé lo que es que te maltraten y te peguen», comentó la adolescente de 16 años.
«Me fui de esa casa, no quise vivir más con ellos», contó Juliana, y añadió: “Diego le contó a sus amigos que le pegaban, y ellos me contaron a mí. El se llevó ropa antes de ir a jugar a la pelota porque ella lo corrió de la casa». Sus denuncias fueron negadas de plano por el padre y su actual pareja.
Ayer hubo una marcha de vecinos de Recreo bajo la consigna «Justicia para Diego». Partio de la Escuela Nº 1338 Com Caia, un establecimiento educativo bilingüe al que asistía el pequeño asesinado, y se encaminó hacía el lugar donde fue hallado el cadáver. Hubo una parada en la comisaría 16ª para reclamar que se esclarezca el crimen.