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Hipopótamo visitó su piscina para escapar del calor. Se los agradeció con 100 kilos de excremento

SCaldia
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Pero su sorpresa se desvaneció rápidamente al ver el «regalo» que les había dejado por su hospitalidad.

Era un día como cualquier otro. La familia Reed compartía con unos amigos en las vísperas del año nuevo y estaban listos para despedir el 2019 como correspondía.

Brent, el padre de familia, es el director de una compañía de safaris ubicada en Maun, Botswana, y vivía en el bello país africano con toda su familia. Juntos, lograron instalarse y prosperar en una tierra exótica llena de desafíos y oportunidades de los que salieron victoriosos en el año que se despedía.

Pero sin importar toda su experiencia, nada ni nadie los podría preparar para la visita que recibirían para cerrar el año.

Esto, luego de que un gigantesco hipopótamo macho decidiera bañarse en su piscina para escapar de las intensas temperaturas que se registraban ese 31 de diciembre.

«Ha habido una sequía durante casi todo el año. El río Thamalakane se ha secado, por lo que nuestra piscina fue probablemente el lugar más acogedor para que él se quede, ya que nuestra casa está junto al lecho seco del río», explicó el hombre.

Si bien el animal parecía encantado de estar ahí y no se inmutó cuando el hijo de Brent se acercó para verlo más de cerca, los hipopótamos son los animales más letales de África, por lo que había que respetarlo y esperar que decidiera irse antes de seguir con las celebraciones de fin de año.

Este espécimen, sin embargo, no parecía tener intenciones de lastimar a nadie. Luego de unas horas refrescándose, decidió salir de la piscina de los Reed y volver a su hogar, pero no sin antes mostrar su gratitud.

El asombro inicial que vivieron los Reed ante la presencia de semejante invitado fue reemplazado rápidamente por un asco inmenso luego de que comprobaron de que el animal les había dejado un regalo poco convencional a cambio de su hospitalidad: más de 100 kilos de excremento ahora flotaban en su piscina.

Si bien el 2019 estuvo lleno de desafíos y sabía que el año nuevo sería igual, Brent nunca esperó pasar las primeras horas del 2020 limpiando y aspirando kilos y kilos de caca de un invitado poco cortés.

Si su año partió así, sólo queda esperar las historias que tendrán para contar cuando el 2020 termine.

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