Durante el pasado fin de semana, el sur de la provincia de Buenos Aires y el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en Argentina experimentaron un severo temporal con lluvias intensas y ráfagas de viento, dejando un saldo lamentable de 15 personas fallecidas y numerosos daños materiales.
Expertos en climatología y riesgos ofrecen explicaciones sobre por qué estas tormentas tuvieron un impacto tan significativo.
Factores Influyentes
- El Niño y Cambio Climático:
- El fenómeno de El Niño, que implica un calentamiento anómalo de las aguas del Océano Pacífico, ha contribuido a condiciones atmosféricas propicias para tormentas severas en el centro y este de Argentina.
- El cambio climático global, resultado de actividades humanas, aumenta la frecuencia de eventos climáticos extremos, incluyendo olas de calor y tormentas severas.
- Probabilidad Natural:
- La región central y este de Argentina se encuentra entre las zonas del mundo con mayor probabilidad natural de experimentar tormentas severas durante primavera, verano y otoño.
Impacto y Desafíos
- Eventos Previsibles:
- Las tormentas severas eran previsibles, y se emitieron alertas con anticipación por parte del Servicio Meteorológico Nacional. Sin embargo, la falta de planes de contingencia generalizados y de conocimiento y respeto de la población ante las alertas contribuyó a los desastres.
- Gestión de Riesgos:
- La gestión de riesgos de desastres es esencial para prevenir y minimizar los impactos de eventos extremos. El Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) en Argentina tiene la responsabilidad de actuar frente a riesgos de desastres.
- SINAGIR y Auditoría de Gestión:
- La percepción es que el SINAGIR pudo haber sido discontinuado en funciones esenciales en gobiernos anteriores. Se sugiere la necesidad de una auditoría de gestión para evaluar el funcionamiento del sistema y mejorar su efectividad.
- Colaboración y Coordinación:
- Para una gestión efectiva de riesgos, se destaca la importancia de la colaboración y coordinación entre científicos, técnicos, gestores, fuerzas de seguridad, servicios de defensa, protección civil, y otros actores relevantes.

En resumen, la combinación de factores como El Niño, el cambio climático y condiciones naturales propias de la región aumenta la probabilidad de eventos climáticos extremos. La gestión integral de riesgos, la conciencia pública y la colaboración entre sectores son cruciales para mitigar el impacto de estos eventos y garantizar respuestas efectivas ante situaciones de emergencia.