La potencia de Florence continúa en aumento desde que fue catalogado como huracán de categoría 4 este lunes. Ante el riesgo de consecuencias catastróficas, varios estados de la costa este de EE.UU., entre ellos Virginia, Maryland y las Carolinas, han declarado el estado de emergencia en preparación para la llegada a tierra de la tormenta, prevista para el jueves.
El centro estadounidense de huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) registraba vientos máximos sostenidos de 220 kilómetros por hora asociados al fenómeno natural este martes a las 09:00 GMT, momento en que se situaba 1.880 kilómetros al este-sureste de Cape Fear, Carolina del Norte, moviéndose a 20 kilómetros por hora en dirección a la costa estadounidense.
Con un diámetro de 800 kilómetros —casi el doble de la media— Florence «se ha intensificado rápidamente en un huracán extremadamente peligroso«, señala el NHC, precisando que el tamaño del área cubierta con sus vientos huracanados se duplicó en las últimas 12 horas. Advierte además que la tormenta podría alcanzar la categoría 5 para el miércoles.
Don’t concentrate on the exact forecast track of Hurricane #Florence. Significant effects will extend outside the cone, and will arrive at the coast sooner than the eye. For more information about impacts at your specific location, go to https://t.co/SiZo8ozBbn pic.twitter.com/EXWr4Cb4NC
— National Hurricane Center (@NHC_Atlantic) 10 de septiembre de 2018
Estado de emergencia
Se espera que cerca de un millón y medio de personas abandonen las zonas de riesgo a partir de este martes, luego de que fueran emitidas órdenes de evacuación obligatoria. La población de las localidades amenazadas, por su parte, ya ha tomado medidas ante una posible catástrofe.
It’s Monday. This is what the grocery store shelves in Charlotte look like already. #HurricaneFlorence pic.twitter.com/wjbbUU5gzG
— Tanya Mendis (@tanyamendis) 10 de septiembre de 2018
«No queremos arriesgar una vida en Carolina del Sur por este huracán», cita Reuters al gobernador de ese estado, Henry McMaster. «Estamos en el punto de mira», lamentó por su parte el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper.
Salvation Army of Martin County loading mobile kitchen truck to go to North Carolina to cook meals in the aftermath of Hurricane Florence. @CBS12 pic.twitter.com/pSX8hHuOwc
— Al Pefley (@AlPefley) 11 de septiembre de 2018
El año pasado, EE.UU. fue golpeado por tres grandes huracanes. María, uno de ellos, dejó un saldo de unas 3.000 personas fallecidas en Puerto Rico, lo que generó críticas generalizadas contra la respuesta de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump.
«Mi gente acaba de informarme que esta es una de las peores tormentas que han azotado la costa este en muchos años […] ¡Esté preparado, tenga cuidado y póngase A SALVO!», expresó Trump respecto a Florence, que según meteorólogos podría ser el mayor este fenómeno natural de su tipo en 30 años.
To the incredible citizens of North Carolina, South Carolina and the entire East Coast – the storm looks very bad! Please take all necessary precautions. We have already began mobilizing our assets to respond accordingly, and we are here for you! pic.twitter.com/g74cyD6b6K
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 10 de septiembre de 2018
¿Por qué podría ser catastrófico?
Irma, otro de los últimos huracanes en golpear EE.UU., ocasionó 129 muertes en Florida, Georgia y Carolina del Norte, mientras que Harvey mató a 68 personas y causó inundaciones catastróficas en Texas. El escenario de esa última tormenta podría repetirse un año después con Florence, de acuerdo con modelos de pronóstico citados por The Washington Post.
En concreto, se prevé que un inusual y extremo sistema de alta presión emerja en el noreste de EE.UU. con una potencia sin precedentes en las últimas tres décadas. Según las simulaciones, esto formará un tipo de barrera natural que impedirá que el huracán Florence desvíe su trayecto hacia el Atlántico, y por consiguiente lo obligará a dirigirse hacia la costa sureste del país.