Ad image
Ad image
Ad image

Empleadas de hogar de menores maltrataban y amenazaban a chicos

La protección y bienestar de la infancia son temas de suma importancia en nuestra sociedad. Sin embargo, a veces emergen situaciones inquietantes que ponen en evidencia la vulnerabilidad de los niños.

SCaldia
Ad image

Maltrataban y amenazaban a chicos – Recientemente, un caso en Mar del Plata ha sacudido la opinión pública y ha llevado a una profunda reflexión sobre el trato que reciben los menores en instituciones de cuidado. Este artículo profundiza en los detalles de la investigación y los implicados en un escándalo de maltrato infantil.

Investigación en curso contra la presidenta y una trabajadora de la Sociedad de Protección a la Infancia

La Justicia de Mar del Plata ha iniciado una investigación seria que involucra a dos figuras clave de la Sociedad de Protección a la Infancia, una institución que se encarga del cuidado de menores en situaciones vulnerables. Las investigadas son Alejandra Género, quien ocupaba el cargo de presidenta, y Marisa Benaduche, una trabajadora del hogar. Ambas han sido desvinculadas de sus puestos y están programadas para declarar ante los fiscales en la próxima semana.

El caso ha cobrado notoriedad tras la difusión de audios que revelan insultos y amenazas graves dirigidas a niños que residen en el hogar. Estos audios, que han sido presentados como evidencia clave, han sido registrados por una empleada, provocando un escándalo que ha generado un fuerte rechazo en la comunidad.

Detalles de los audios y las circunstancias del maltrato

Los audios, que suman aproximadamente 40 minutos, contienen una serie de insultos, gritos y amenazas que fueron dirigidos específicamente a dos niños del hogar. Se alega que el episodio de maltrato ocurrió a finales de noviembre de este año, desencadenado por una crisis emocional de uno de los menores, quien rompió un vidrio, preocupado por la posible separación de su hermano.

Las amenazas expresadas en esos audios son profundamente perturbadoras. Algunas de las frases más inquietantes incluyen:

  • “Si llegás a escupir, te rompo la cara. Te la rompo en 20”.
  • “Cállate la boca porque te pego una cachetada”.
  • “Esto no es un hotel, mañana te llevo a un reformatorio”.

Género, en particular, parece haber adoptado un tono extremadamente agresivo, describiendo a los niños como “una basura” y amenazando con castigos severos si no obedecían. En el marco de esta tiranía verbal, se esbozan métodos de intimidación que no solo son psicológicos, sino que también atentan contra la dignidad de los menores.

El contexto del hogar convivencial y su función

La Sociedad de Protección a la Infancia opera como un hogar convivencial, un lugar destinado a acoger a niños y adolescentes que, por diversas razones, no pueden residir temporalmente con sus familias. Generalmente, estos menores llegan derivados por el Servicio Local o mediante decisiones judiciales que consideran que están en riesgo debido a situaciones de vulnerabilidad, violencia familiar o negligencia.

En el hogar conviven niños de diferentes edades, quienes están bajo el cuidado de personal capacitado para garantizar su bienestar. Las funciones de estas instituciones deben incluir:

  • Asegurar el bienestar físico y emocional de los menores.
  • Proporcionar un ambiente seguro y contenedor.
  • Acompañar su proceso educativo y social.
  • Facilitar procesos de reintegración familiar cuando sea posible.

Lamentablemente, el caso que actualmente investiga la Justicia pone de manifiesto que, en lugar de un entorno de cuidado y protección, se generó un espacio de miedo y maltrato, lo que contradice completamente la misión de estas instituciones.

Las medidas implementadas por la Justicia

A medida que avanza la investigación, el Juzgado de Familia N° 6 de Mar del Plata ha tomado medidas cautelares para proteger a los niños afectados. Estas medidas incluyen:

  • Una prohibición de acercamiento de 200 metros a los menores por parte de las acusadas.
  • Prohibición de contacto a través de cualquier medio, incluyendo teléfono y redes sociales.
  • Notificación a la Justicia Penal en caso de incumplimiento de estas medidas.

Además, se han enviado oficios urgentes a varias instituciones, incluyendo la Dirección de Políticas de Género, Niñez y Adolescencia del Municipio de Balcarce, para asegurar un seguimiento adecuado de la situación de los chicos en el hogar. Se espera que esta intervención garantice la seguridad y el bienestar de los menores mientras el caso avanza en el sistema judicial.

Reflexiones sobre el impacto del maltrato infantil

Este caso no solo plantea preguntas sobre la conducta de las empleadas involucradas, sino también sobre la supervisión y el control en instituciones que se encargan de la protección de la infancia. Es fundamental considerar cómo se pueden prevenir situaciones similares en el futuro y garantizar que todos los niños crezcan en un ambiente seguro.

La sociedad debe reflexionar sobre el papel que juegan las instituciones de cuidado y cómo se pueden mejorar las condiciones de los menores en riesgo. Algunas posibles acciones incluyen:

  • Implementación de programas de formación y sensibilización para el personal de cuidado infantil.
  • Establecimiento de canales de denuncia seguros y accesibles para los menores.
  • Creación de un sistema de auditoría y supervisión más riguroso de los hogares convivenciales.

El caso de Mar del Plata es un recordatorio doloroso de que la protección infantil debe ser una prioridad para toda la sociedad. La escucha activa, la denuncia y la intervención oportuna son claves para evitar que se repitan situaciones de maltrato y abuso.

Comparte este artículo
Ad image
Ad image
Ad image
Ad image