El suministro eléctrico fue cortado oficialmente por una deuda que ronda los 200 mil pesos, acumulada desde abril hasta julio.
Pero eso no es todo: el alquiler del local también está en mora, con una cuenta que supera los 300 mil pesos. Parece que en el Justicialismo, cumplir con las promesas electorales es difícil, pero pagar las cuentas… mucho más.
Después de la fiesta de campaña, llegan las secuelas y no son precisamente los aplausos esperados, sino las facturas impagas y un local a oscuras. ¿Será esta la nueva forma de administrar la ciudad? Porque si la gestión municipal del PJ refleja este episodio, mejor acostumbrarse a andar a oscuras.
Quizás el “brillo” que buscan no sea otro que el que produce una buena deuda acumulada, y no las luces del local.
¿Habrá plan para encender nuevamente la luz? O tal vez prefieren que todo siga en penumbras, para que nadie vea lo que realmente pasa detrás de escena.