Fue en noviembre de 2010 en San Luis, cuando el astro mexicano se bajó del escenario por problemas de sonido y en su lugar entró un imitador.
Los fanáticos se desesperan muchas veces por un autógrafo, una foto con su ídolo o hasta se conforman al menos con verlo un segundo de lejos. Para lograrlo van a los aeropuertos, a los hoteles donde se alojan y gastan todos sus ahorros en conseguir las mejores ubicaciones en los estadios, teatros o donde sea con tal de disfrutarlos lo más cerca posible. Pero atención, ¿qué pasa si la estrella a la que finalmente acceden no es la original sino un imitador?
Lee más ► Multitudinario Carnavales 2019 en San Cristóbal
Suele suceder que los artistas internacionales recurran a un doble para tratar de despistar a sus fans y, así, poder moverse de un lado al otro sin ser abordados por ellos. Sin embargo, si alguien que pagó una entrada para ver a su ídolo se enterara de que, en realidad, al que vio sobre el escenario es otro, bien podría sentirse estafado.
Algo de esto ocurrió durante la presentación que Luis Miguel brindó en San Luis el 13 de noviembre del año 2010. ¿Qué fue lo que sucedió? Según trascendió, 40 minutos después de comenzado el show, el cantante se quejó de algunos problemas técnicos que había con el sonido y decidió retirarse del estadio. Fue entonces cuando los organizadores le pidieron a Andrés Rey, uno de los mejores imitadores del astro, que siguiera adelante con el recital.
¿Es posible que Luismi fuera reemplazado sin que nadie se diera cuenta? Al momento de hacer subir a Rey al escenario, los periodistas acreditados habrían sido trasladados a las últimas filas de la platea, como para que no se percataran del cambio. Y, en el fulgor de la noche, el público habría seguido coreando temas como «No culpes a la noche», «Suave» o «La incondicional», sin sospechar nunca que estaba siendo víctima de un supuesto fraude.
El mito sobre el «Luis Miguel trucho» que evitó que los empresarios tuvieran que devolver el importe de las entradas vendidas en San Luis, recorrió varios medios durante años. Hasta que, finalmente, a principios de 2018 fue confirmado por el mismísimo imitador de «El Sol de México».
«Hace 20 años me dedico a esto, hice muchos despistes de prensa y fans cuando él llegaba a la Argentina», contó Rey. Y explicó que, muchas veces, cuando Luis Miguel no quería mostrarse o dar notas, lo contrataban para armar «simulacros» en los que fingía ser el cantante, para estar en un lugar público y así «agitar a la prensa».
¿Qué ocurrió en aquella noche puntana? «Hay un contrato de confidencialidad y mucho no puedo contar. Pero en San Luis hubo un episodio, y en otros lugares también… Se fueron armando distintos tipos de giras y, cuando había fallas de sonido o no estaba lo pactado, el artista suspendía los shows», confesó el imitador. E invitó a revisar los videos de esa fecha, en los que es fácil descubrirlo a él ocupando el lugar de Luismi.
Claro que, a la hora de deslindar responsabilidades, Rey se definió como «un actor al que le toca interpretar siempre el mismo personaje». Y no se hizo cargo de la decepción de los fans, ya que según dijo, a él sólo lo contrataron para hacer un trabajo determinado.
«Los productores hacen inversiones muy grandes y, a veces, el lugar no está a la altura de lo que el artista quiere. Ellos tienen muchas exigencias que, quizá, escapan a lo que puede brindar el productor. Y, cuando las cosas no se cumplen, no dan notas o no mandan material, y los productores tienen que tratar de rebuscársela de otra manera», aseguró Rey, tratando de justificar a los empresarios.
Culpable o no Luis Miguel Dio la media vuelta y abandonó el escenario. Seguramente una fan del público, La incondicional, que se dio cuenta del cambio, habrá suspirado: «Tengo todo excepto a ti…».
Este martes, Luis Miguel dará su primer show en la Argentina, como parte de su gira México por siempre. Se presentará a las 21 en el Superdomo de Córdoba. Luego, llegará a Buenos Aires para cantar el 1° y 2 de marzo en el Campo Argentino de Polo.