Hacía varios años que algunos miembros de esa familia se habían vuelto más que “problemáticos” para una buena parte de toda la barriada.
Cuando no eran quejas por ruidos molestos, eran reclamos por conductas o expresiones violentas; cuando no eran denuncias por peleas o insultos, eran blanco de denuncias por supuestas amenazas, informó lavoz.com.ar.
Varios miembros de esa familia se habían convertido en un problema serio para otros tantos vecinos de la zona, según coinciden hoy los habitantes del sector. Algunos residentes, hartos, llegaron a mudarse para poder vivir tranquilos.
Las cosas pasaron finalmente a un punto sin retorno: dos miembros de esta familia, padre e hijo y ex miembros de la Policía de Córdoba, están detenidos acusados de haber asesinado a golpes, hasta con una baldosa, a una vecina que se habría quejado de los ruidos molestos.
El salvaje asesinato paraliza por demás: la víctima había alcanzado a llamar al 101 de la Policía, clamando por auxilio y ayuda, mientras sus vecinos pateaban la puerta de su propia casa con intención de entrar.
Cuando el primer patrullero arribó, la mujer ya agonizaba en el piso.
Su hija, en tanto, también resultó herida. La joven habría alcanzado a filmar con su celular parte del ataque contra su madre.
El caso es escalofriante
Para la Justicia se trató de un drama de violencia urbana.
Los dos supuestos agresores ya fueron imputados. Desde la Policía de Córdoba reiteran que ambos ya habían sido dados de baja de la institución. Y sin honores, precisamente.
La víctima de este nuevo drama de violencia urbana es Lidia del Valle Cabrera, quien tenía 65 años y era una respetada y querida vecina de Yofre Sud, en el nordeste de Córdoba capital, donde vivía con su familia.
Los acusados por el salvaje asesinato, en tanto, son Leonel Bonaldi (24) y su padre, Roque Bonaldi (50), a quienes el fiscal Fernando López Villagra los imputó como supuestos coautores de homicidio simple, lesiones leves y robo.
Un detalle: Bonaldi padre estuvo prófugo varias horas hasta que se entregó.
Personal de la división Homicidios de la fuerza investiga si otros miembros de esa familia participaron en el ataque y en la ayuda para hacer fugar al principal acusado.
Por estas horas, la Guardia de Infantería custodia la barriada ante el temor de que alguien ataque la casa de los Bonaldi. Esta familia ya se mudó en las últimas horas.
Salvaje ataque
El drama sucedió a las 6 de la mañana de ayer en la calle Chachapoyas al 1400, en Yofre Sud.
Fuentes del caso indicaron que a esa hora comenzaron a escucharse, otra vez, ruidos molestos y continuos provenientes desde el domicilio de los Bonaldi. Ya lejos de trabajar en la Policía, padre e hijo habían empezado a manejar remises.
Unos vecinos declararían luego que ayer a la mañana se escuchaban música fuerte, risas y gritos desde ese domicilio particular.
Según fuentes del caso, alguien se quejó por esos ruidos. Fue en esas circunstancias cuando, de acuerdo con los primeros testimonios que obran en la causa, al menos dos personas fueron hasta la vivienda donde vivía Lidia.
Hubo gritos e insultos desde la vereda. Instantes después, alguien comenzó a patear la puerta de entrada a la casa de la mujer.
Fuentes de la investigación indicaron que al menos dos hombres entraron por la fuerza, tomaron a Lidia y la sacaron a la calle.
“Hay una llamada que entró al 101 de una mujer llamada Lidia que dijo que unos individuos estaban entrando a la casa a patadas. Pedía ayuda desesperada y de manera urgente”, dijo una fuente policial a este diario.
La patrulla llegó, pero ya era tarde
Para ese entonces, Lidia y su hija Yanina Moreno (40) ya habían sido sacadas de la casa por la fuerza y a los golpes. Entre los agresores, según trascendió, habría estado presuntamente una joven mujer.
La salvaje agresión terminó de la peor manera cuando Lidia fue atacada en la cabeza con una baldosa o un pedazo de cordón cuneta. La víctima cayó inconsciente al piso. La pelea prosiguió.
La hija de la víctima habría alcanzado a filmar el ataque con su celular.
Cuando finalmente arribó la primera patrulla, uno de los agresores ya había sido reducido por vecinos. Recibió varios golpes y zamarreos.
Desde la Policía indicaron que esta persona era Leonel Bonaldi.
Para ese entonces, su padre se había retirado del lugar en un coche.
Al parecer, según se investiga, este hombre habría arrojado al techo de una casa el cascote con el que se golpeó a Lidia, como así también el celular robado a su hija (el cual contendría filmaciones). Hay más, Bonaldi padre se habría marchado del lugar ayudado por una joven.
Recién a las 16 de ayer, 10 horas después del crimen y con su hijo ya preso, el hombre finalmente se entregó en la Jefatura de Policía. Inmediatamente, quedó preso.
Un equipo de emergencias intentó salvar a Lidia. Fue en vano.
La noticia del asesinato, difundida primero de boca en boca y luego por las redes sociales, caló hondo en esta barriada. Durante todo el domingo, decenas de personas se acercaron para saludar y acompañar a los familiares de Lidia del Valle Cabrera.
“Mi mamá era una gran persona. La amaban todos. Y la mataron esos tipos como si nada. Se metieron a la casa, la golpearon y la mataron. Reclamamos justicia”, alcanzó a contar Javier, hijo de la víctima.