Isabel Flores de Oliva fue la primera latinoamericana en recibir reconocimiento canónico de la Iglesia Católica. Conocida como Santa Rosa de Lima, su nombre quedó por siempre vinculado no sólo con la fe cristiana, sino también con la cuestión del tiempo. ¿De dónde viene la expresión “Tormenta de Santa Rosa”?
En 1615, unos barcos de corsarios holandeses quisieron atacar la ciudad de Lima, uno de los puntos más ricos e importantes del entonces Virreinato del Río de La Plata.
Ante la desesperación de la población de la hoy capital peruana, Santa Rosa convocó a todos a rezar a la iglesia. La leyenda indica que, en ese momento, una fuerte tormenta se levantó en la zona, lo que impidió que los barcos pudieran atacar el puerto El Callao. Incluso, el mito habla que el capitán de los piratas murió a bordo del barco.
La Tormenta de Santa Rosa es un fenómeno que ocurre habitualmente cinco días antes o cinco días después del 30 de agosto, fecha de la festividad de esta venerable.
Santa Rosa de Lima falleció el 24 de agosto de 1617 y fue elegida Patrona de la Independencia Argentina, entre otros muchos reconocimientos en el continente americano.