La joven fue abusada por su agresor, quien la dejó inconsciente a golpes
Micaela tiene 20 años y junto a su pareja, Agustín Villarreal, tuvo un hijo. Vivían juntos desde hacía tres meses, con la promesa de formar una familia. El martes último, sus vidas cambiaron para siempre. La joven madre fue hallada ensangrentada, deambulando desorientada y con la ropa rota por avenida Lugones. Había sido atacada salvajemente por su pareja.
“Mica” se enamoró de “Chúcaro” cuando apenas tenía 14 años. Iniciaron una relación amorosa que fue creciendo con el paso del tiempo. Fruto de ese amor que se tenían nació su hijo, quien en la actualidad tiene 2 años.
Con mucho esfuerzo, en los últimos meses, habían logrado adquirir una casa. Estaban viviendo juntos. La vida de la joven madre fue cambiando de manera drástica, pasó a ser víctima de constantes amenazas de muerte y agresiones físicas de parte de la persona que amaba y con quien estaba formando su familia.
“Cuando quedé embarazada a los 17 años, él (por Villarreal) me pegaba porque no quería el bebé. De un estar me golpeaba en la cintura y en la panza”, inició el durísimo relato del calvario que vivió en manos de su pareja
. “No quería que venga a ver a mi mamá y me decía que vista ropa suelta. Me pegaba en la cabeza y en la panza, siempre me pegaba. Luego, cuando nació el bebé le hicimos el bautismo, en una fiesta a la noche me pegó en las piernas porque me vio conversando con una amiga. Mi mamá me preguntó al otro día por qué estaba renga y le dije que estaba cansada. Había muchas situaciones de violencia, pero tenía miedo”.
Mientras las lágrimas corrían por su rostro desfigurado, la víctima manifestó: “Me pegaba una vez o dos veces a la semana. Todos los días me maltrataba psicológicamente. Me decía que era una p…, que no valía nada o que iba a matar a mi madre. Me pegaba y me decía que solo eran caricias. Que un día me iba a matar”.
Al momento que tomó el valor de huir de la trágica vida que estaba llevando, Micaela enfrentó a Agustín y le dijo: “Le dije que no quería estar más con él. Pero me contestó que no le importaba. Pero que si me veía con alguien me iba a matar y a ese alguien también”.
“Mi madre me decía que no vuelva con él, cuando me separé. Pero lo mismo regresé. Hacía dos semanas que estábamos viviendo juntos, cuando comenzó a gritarle a mi hijo. Intenté tranquilizarlo, pero comenzó a pegarme en la cara y la cabeza.
Tenía mucho dolor de cabeza siempre”, remarcó la víctima. Además, agregó: “No quiero que se acerque más a mí ni a mi hijo. Solo pido por favor que hoy me ayuden. Dios me dio la oportunidad de estar viva, quiero vivir bien y estar tranquila”.
