Tras una denuncia de vecinos de la zona rural de Arrufó sobre la presencia de un vehículo sospechoso, las autoridades de la Guardia Rural “Los Pumas” iniciaron una investigación que llevó a un operativo de gran escala en la ciudad de San Cristóbal. El equipo accedió a cámaras de seguridad de localidades cercanas, lo que los condujo a un lavadero de camiones en San Cristóbal, donde hallaron un automóvil Volkswagen Polo con rastros de sangre y restos de carne bovina.
Durante la inspección del vehículo, también se encontraron un cuchillo y un teléfono celular, lo que llevó al secuestro preventivo del auto y otros elementos. Uno de los involucrados fue imputado por el delito de abigeato.
Las investigaciones continuaron en otro domicilio de San Cristóbal, donde se encontraron 15 kilogramos de carne bovina en un freezer. En el lugar, una persona intentó impedir el secuestro de los productos, lo que derivó en su detención. La carne fue incautada bajo la supervisión de la Unidad Fiscal de San Cristóbal.
Posteriormente, las autoridades, junto con la División Investigaciones de la Guardia Rural y personal de ASSAL Santa Fe, inspeccionaron tres carnicerías en la zona urbana de San Cristóbal. En uno de los locales, se decomisaron 100 kilogramos de carne sin sellos sanitarios ni documentación que acreditara su procedencia. Además, se secuestró una camioneta Ford F100 y otros elementos de interés.
En un segundo comercio, se encontraron 112 kilogramos de carne sin los controles sanitarios correspondientes, junto con un celular y un remito que indicaba la compra de carne al dueño del primer local inspeccionado, quien también estaba implicado en los hechos de abigeato en Arrufó.
El fiscal a cargo ordenó la detención de los dueños de los locales y de los involucrados en la red de abigeato. Se espera que las investigaciones continúen para esclarecer la magnitud del delito en la región.