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Asado navideño y su precio

SCaldia
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La suba del precio de la carne de las últimas semanas y la amenaza de una escalada mayor hacía fin de año encendieron las alarmas en el Gobierno, que ahora busca cerrar un acuerdo contra reloj con la industria exportadora. El objetivo: asado a precios accesibles para las fiestas.

El pedido fue realizado -y hecho público minutos más tarde- por el propio presidente Alberto Fernández hace nueve días, en el marco de un anuncio de inversión de USD187 millones por parte del sector frigorífico. Lo cierto es que, desde entonces, se avanzó muy poco.

A todo esto, la mayor duda es si un convenio con los exportadores alcanzará para mantener a raya los precios, teniendo en cuenta que aproximadamente el 80% del abastecimiento de carne del AMBA está en manos de matarifes.

Desde la industria exportadora afirman que están esperando la llamada de la Secretaría de Comercio para reunirse y que necesitan definir precio, volumen y puntos de venta la próxima semana para llegar a tiempo con el operativo «asado navideño».

“Tenemos que cerrar el acuerdo sí o sí la semana que viene, sino no vamos a llegar”, dijo a A24.com Agro, Mario Ravettino, titular del Consorcio de Exportadores ABC, que nuclea 32 compañías.

Por ahora, lo seguro es que la barata incluirá exclusivamente asado y que llegaría a través de unas 1.700 bocas de expendio en todo el país, “íntegramente a través de supermercados”, detalló.

Sin embargo, todavía está en debate cuál será el volumen ofertado y a qué precio. Para ser más exactos, está próximo a debatirse, ya que a pesar de haber transcurrido más de una semana del anuncio, aún no se concretó ninguna reunión con las autoridades para abrochar el tema.

“Todavía no nos hemos reunido con la Secretaría de Comercio para definir lo fundamental, que es volumen y precio. Vamos a ver cuándo nos llaman”, se sinceró Ravettino.

Este medio trató de obtener información desde la Secretaría. “Todavía no hay muchas novedades sobre el tema”, fue la lacónica respuesta de una fuente del área.

Cuestión de precio

Según el INDEC, en octubre un kilo de asado se comercializaba en $373 por kg, aunque en las carnicerías solía alcanzar los $390/400 en promedio. Esto no significa que el producto bajo acuerdo tenga que estar a esos valores, ya que se espera que la carne vacuna siga subiendo hacia fin de año.

Así lo admite el titular del ABC. “Seguramente, para las fiestas no se va a mantener el actual precio del asado. Se espera un incremento importante”, admitió Ravettino. Por eso, los empresarios no se animan a decir qué sería un “precio accesible”.

¿De cuánto será el aumento? Desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), esperan una suba del 30%, partiendo desde principios de noviembre.

En un informe difundido hace quince días, los matarifes daban un precio de referencia de $382,70 para el kg de asado. “Estimamos que para las fiestas puede llegar a $500”, dijo a A24.com el titular de CAMyA, Leonardo Rafael. Incluso, otro corte clásico argentino, como la bola de lomo, “pasaría de $440 a $580/600”, agregó.

Los incrementos no parecen caprichosos, se basan principalmente en una suba de la hacienda que viene de varios meses sin poder ser trasladada completamente al mostrador; mayores costos del sector frigorífico producto de la pandemia -también con un arrastre acumulado desde marzo-; y una menor oferta de animales de feedlot por los números negativos de la actividad.

Pero hay más factores alcistas:

  • La baja de precios internacionales, que ajusta la rentabilidad de las empresas e impide compensar menores precios internos.
  • La suba del precio de los granos, que además de los corrales complica la suplementación de hacienda.
  • La brecha cambiaria, que repercute sobre las expectativas, encareciendo costos.
  • Muchos productores que compraron terneros a altos precios para deshacerse de pesos y, los que consiguen pasto, le agregan más kilos a sus animales para recuperar la inversión.

Rafael también apunta a dos elementos nuevos: “La suba de los combustibles del fin de semana y la prohibición del traslado de medias reses (por ahora en suspenso) terminarán en mayores costos que se trasladarán a precio”, resumió.

El último factor es el aceleramiento de la inflación, un fantasma que resurgió luego de que el IPC-INDEC de octubre marcara un movimiento general de precios de 3,8%, con un destacado 4,8% en el rubro alimentos y bebidas.

Por ese motivo, Ravettino se muestra disconforme cuando se pone en el centro de la escena la suba del precio de la carne. «Yo me preocuparía si fuera en la carne solamente, pero el incremento que se está dando es en la carne, en lácteos, frutas, verduras… Es un reacomodamiento de la economía en general, no en la carne«, resaltó.

La estacionalidad

En esta coyuntura de subas generalizadas, la consultora Agroideas advirtió: “El incremento en el precio del ganado con destino al consumo interno recién se inicia y son las categorías con mayor potencialidad de suba en los próximos tres meses”. El interrogante mayor es si “con el nivel de crisis económica el mercado interno podrá o no absorber subas de entre 30% y 40% como ocurrió anteriormente”, planteó.

Es que el componente de estacionalidad juega fuerte en época navideña. Sin ir más lejos, el asado subió 9,8% en el último mes de 2019. El caso más resonante en los últimos años fue el de diciembre de 2015, cuando, en el primer mes de gestión de Mauricio Macri, el asado subió 27,8%.

Cabe aclarar que en estos movimientos tan bruscos suele haber algunos condimentos extras de reacomodamiento del precio de la hacienda, que le dan mayor o menor intensidad a una estacionalidad que siempre está. Y esto lo saben los frigoríficos.

“Nos duele que nos hayan pedido este acuerdo para Navidad porque en esta época del año es un producto que se vende como pan caliente”, sostuvo Ravettino, pero aclaró: “Ya asumimos el compromiso y lo vamos a hacer”.

En ese sentido, más allá del precio que se termine pactando, el plan tiene dos objetivos: que haya una oferta más barata al consumidor y que esa misma oferta sirva para contener precios de los que no participan en la barata.

“Si logramos volcar un volumen importante a un precio menor, las carnicerías no se pueden lanzar a vender a un alto precio. Lo podrían hacer en barrios caros o locales boutique, sino no lo podrían vender”, analizó.

El volumen a colocar por ahora es un misterio. Como muestra, cabe recordar que en 2019 los frigoríficos exportadores se comprometieron a vender 120 toneladas semanales de asado, vacío y matambre a precios populares. Es decir, con tres cortes aportaban un porcentaje muy menor frente a un consumo interno total de 190 mil toneladas mensuales.

Por el lado de los matarifes advierten que la idea del Gobierno puede fallar. «Somos responsables del 80% del abastecimiento interno. Si quieren tener éxito, nos deberían tener en cuenta a la hora de diseñar la estrategia», alertó Rafael.

¿Los convocaron a dialogar? «Por ahora, nadie nos llamó», aseguró el titular de CAMyA.

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