La camiseta se reconoce a lo lejos. La cercanía lo confirma.
En las inmediaciones del imponente Foshan International Sports & Cultural Arena con capacidad para 15.000 espectadores, ella está parada, entretenida con su celular. Ella es Beibei, nacida en Fujian, a 770 kilómetros de esta ciudad, y luce orgullosa la 20 de San Antonio Spurs con el apellido Ginóbili en la espalda. «Vine especialmente para ver a Argentina. Soy fanática de Manu y también de Scola«, confiesa la mujer de 32 años.
Entonces, «Párate y mira», le indica la canción de Los Pericos que suena en la previa del trascendental Argentina-Venezuela. Y la china que alienta por el seleccionado nacional, y especialmente por el capitán, sigue al pie de la letra. Porque se para y mira cómo Scola baila y cómo se mueve para dejar en ridículo a sus defensores. Y hasta cómo salta porque, aunque no es habitual en él, Luifa entierra la pelota tras una preciosa asistencia de Marcos Delía. Y todos los hinchas lo imitan y saltan de sus butacas para festejar la espectacularidad de la acción.
Scola marcó el pulso del juego en ese primer cuarto, con 7 de los primeros 9 puntos del seleccionado argentino. Era todo alegría y fiesta entre los fanáticos argentinos hasta que Facundo Campazzo se quedó tirado en el piso con claras muestras de dolor. El base salió porque se resintió del esguince del tobillo derecho que había sufrido en la preparación para la Copa del Mundo. Y la euforia se transformó en silencio, las sonrisas en gestos adustos. Pero el base devolvió la tranquilidad cuando sin siquiera ir al vestuario, y tras la atención de los kinesiólogos, probó cómo respondía la articulación y se puso a disposición del entrenador. Y vaya si estaba listo para regresar. Facu cerró ese primer cuarto con un bombazo de tres puntos que apaciguó la reacción venezolana.
Para despejar cualquier duda, Campazzo se hizo cargo del juego y, una vez más, el partido se desarrolló al ritmo que el base argentino quiso. Y ahí se sumó a la fiesta Gabriel Deck. El santiagueño no solo es el musicalizador en los viajes y las concentraciones, sino también en la cancha. Aportó baile al que se le pusiera enfrente. Tortuga jugó a la velocidad opuesta a la del animal de su apodo y sacó a los venezolanos de su intención de aplacar el juego. El alero del Real Madrid fue quien encendió a Argentina. En su cabeza debían estar sonando las cumbias de Los Palmeras que él tanto disfruta. Tanto se involucró en el partido que se lo vio celebrar con sorprendente fervor un doble y falta. «Uno siempre quiere jugar de la mejor manera, aunque no siempre le salga. Más allá de mi actuación individual, valoro lo que hizo el equipo y al lugar al que llegamos, algo que nos genera un gran alegría», dijo el alero de Real Madrid.
Las luces de todos los celulares que brillaron en el entretiempo cuando en las pantallas gigantes del estadio -que nada tiene que envidiarle a los de la NBA- se vio el video de «Find myself» de David Tao, fueron un indicio de que Argentina seguiría iluminado. Con Campazzo, Deck y Garino como estrellas de la noche, lo que se iluminó fue el desempeño del seleccionado nacional. Deck destacó «la contundencia, la concentración durante los 40 minutos y haber frenado los intentos de reacción de ellos».
Los antecedentes de encuentros en los que Venezuela, cuando era dirigida por Néstor García, había logrado marcar el ritmo ante Argentina no pesaron. El desarrollo de aquella final del Preolímpico 2015 que consagró a la Vinotinto no tuvo nada que ver con este choque que depositó al seleccionado de Sergio Hernández en los cuartos de final. El 87-67 con el que la selección nacional sentenció su boleto a la próxima instancia es una clara muestra de que el nivel del equipo está en ascenso. Patricio Garino, estandarte defensivo, explicó las razones de la victoria argentina: «Sabíamos que ellos nos iban a querer incomodar variando las defensas, pero nosotros supimos mantener la paciencia y la compostura. Todo lo que pudimos conseguir se basó en nuestra defensa, que nos permitió correr y nos hizo sentir cómodos. El cuerpo técnico hizo un trabajo fenomenal, como ante cada rival, entregándonos las virtudes y defectos de Venezuela y nosotros, manteniendo nuestra ideología de juego, nos llevamos la victoria».
El próximo escollo en el camino de Argentina será Polonia, que también llega con puntaje ideal. El domingo definirán quién ganará el Grupo I, que trae como premio evitar un viaje largo y al rival más complicado del Grupo J.