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Antonio Laje hizo su descargo: «Tengo el corazón recontra partido por lo que estuve viviendo»

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El programa «Buenos días América» de este lunes no fue uno más. Después de varias semanas donde el Antonio Laje estuvo en el centro de la escena mediática y una ola de acusaciones de ex compañeras que aseguraron que el conductor ejerció violencia laboral y hasta de acoso, el conductor rompió el silencio e hizo su descargo. «Tengo el alma destruida. Tengo el corazón recontra partido por lo que estuve viviendo.», sostuvo el conductor, que se quebró al aire.

Laje decidió hablar después de la campaña en Twitter iniciada hace unos días donde se lo acusó de maltratar a periodistas que pasaron por el programa. Varias mujeres se animaron a acusarlo públicamente mientras el periodista se mantuvo en silencio, hasta este lunes que salió a responder. «Pido mil disculpas a quien se haya sentido maltratado. Yo no soy un maltratador, pero reconozco que muchas veces tengo un humor de perros y soy muy exigente con el trabajo porque busco la perfección», sostuvo.

Antonio Laje hizo su descargo, «Es dificilísimo hablar de este tema porque no me imaginé jamás que iba a pasar por algo así, pero yo soy esto. Ustedes me ven todos los días al aire, me acompañan hace años, cosa que se los agradezco porque me hicieron crecer. Por eso, necesito hablarle a ustedes. Tuve una semana realmente durísima», expresó en el arranque de su alocución.

Uno está acostumbrado a tocar resortes de poder y siempre estamos atentos a que puede pasar algo, pero nunca pensé con la violencia, la virulencia y la maldad que estuve y estuvimos viviendo con mi familia estos últimos días», agregó.

«Tengo el alma destruida. La verdad es que tengo el corazón recontra partido por lo que estuve viviendo. Hace 30 años que estoy en esto y no me importa llorar», insistió Laje muy conmovido por la situación que le toca atravesar.

Laje también señaló que trabajó con los periodistas «más exitosos y exigentes», que arrancó «como muchos» desde muy abajo, «en radios truchas pagando espacios con amigos y trabajando gratis en muchos lados hasta que finalmente pude conseguir mi primer trabajo pago. Y lo hice rompiéndome todo porque yo creo en el esfuerzo, el mérito y las exigencias. No creo en los maltratos».

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