En las últimas horas se viralizó un aberrante mensaje que se enviaron dos sujetos tras cometer un brutal femicidio, el cual decía «fijate que no salga olor, tirale mucha cal, jajaja«.
Ese fue el consejo de Daniel Alberto «El Chino» Alanis a Darío Gastón Badaracco (30), el principal acusado por el crimen de Araceli Fulles (22). La joven estuvo veinticinco días desaparecida en el conurbano de Buenos Aires, hasta que fue encontrada asesinada debajo de una losa en el patio de la casa de Badaracco. Le habían tirado cal.
Por esos mensajes, que Alanis le envió por chat a Badaracco, el primero quedó detenido por el delito de falso testimonio. Ahora irá a juicio junto a su amigo y otras siete personas imputadas por el femicidio de Araceli. Aún no se fijó la fecha del inicio del debate.
Todavía no se sabe bien qué fue lo que ocurrió en la madrugada del 2 de abril de 2017, cuando la joven fue vista por última vez junto a un grupo de jóvenes en una plaza de la localidad bonaerense de José León Suárez.
El caso fue elevado a juicio y tiene como principal acusado a Badaracco. Es el único que está preso por el delito de «homicidio doblemente agravado por haber sido cometido por una o más personas y femicidio». El cuerpo de Araceli apareció semienterrado en su casa y por eso hasta ahora es el más complicado.
El que encontró el cadáver fue un perro de la División K-9 de Punta Lara. Para ese entonces, Badaracco había estado tres veces sentado frente a la fiscal como testigo. El 27 de abril, cuando se produjo el hallazgo, desapareció. Estuvo dos días prófugo y lograron detenerlo en el Bajo Flores, gracias a que una vecina que lo vio llamó al 911.
Pero entre las cuestiones que la investigación dejó pendiente por dilucidar, no se sabe cómo fue que la joven llegó allí, dónde la mataron y cuántas personas participaron del hecho.
Nuevo Diario Web