Luciana Sequeira tenía 17 años. Salió de su casa en la localidad santiagueña de Villa Atamisqui para ir a retirar unas fotocopias de la escuela. Horas después, la encontraron inconsciente en un hotel alojamiento y murió poco después de llegar al hospital.
La joven murió por una falla cardíaca a causa de un shock hipovolémico. El cuadro fue consecuencia del brutal ataque sexual al que la sometieron.
La causa que investiga el asesinato abrió en las últimas horas otra hipótesis y puso el foco sobre dos nuevos sospechosos.
Si bien no está claro aún cuál fue el rol de estas personas en la tortura que llevó a la muerte de la joven, en diálogo con Crónica la abogada de la familia de la víctima Nuria Kippes manifestó que uno de ellos ya fue identificado y será citado a declarar.
Según reveló Kippes, el resultado de los informes solicitados a las empresas de las líneas telefónicas de los involucrados – la víctima, el imputado y el matrimonio dueño del hotel, podría ser determinante para el avance de la causa.
“Estoy esperando que me notifiquen de una vez la pericia de la apertura de los celulares”, detalló.
En tanto, la mamá de la víctima, Graciela Barraza, comentó que su hija “tenía quemaduras en las piernas y también cortes y como tuvo mucha pérdida de sangre, no resistió”.
“Ella era muy buena, muy solidaria, ese día iba a hacer las compras que le había pedido con su prima y también a buscar unas cartillas de la escuela por las clases virtuales que tenía”, recordó.
“Yo solo quiero que pague con la misma pena que mi hija, porque a ella ya no la voy a encontrar más”, finalizó.