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El LIF avanza en la producción del aceite de cannabis

SCALDIA
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La provincia avanza en el desarrollo de fármacos a base del aceite de cannabis. El LIF registró la producción de aceite de cannabis de alto contenido de CBD producido por el laboratorio provincial en el Formulario Terapeútico de la provincia y estiman que en dos meses estará listo el primer lote. «El producto se comenzará a producir en los próximos días», confirmó el ingeniero químico y director del LIF, Esteban Robaina, en diálogo con el programa Creo conducido por José Curiotto.

«Como laboratorio decidimos producir la materia a través de los principios activos, nosotros importamos aceite con CBD puro y hacemos la producción en el LIF», explicó Robaina.

El laboratorio acaba de recibir la autorización de la Administración Nacional de Medicamentos (Anmat) para importar de California (Estados Unidos) los principios activos que le permitirán producir el primer lote de aceite de cannabis. En menos de un mes esperan recibir la materia prima, lo que permitiría producir el primer lote de aceite de cannabis en los próximos 60 días.

Desde el organismo estiman que en dos meses podrán ofrecer su propio aceite de cannabis que será distribuido en el sistema de salud pública de la provincia.

En el país el CBD solo está autorizado para pacientes con la epilepsia refractaria. Los médicos que recetan el aceite solo pueden hacerlo para esta patología.

«El año pasado en la provincia el sistema de salud tuvo que importar el CBD a pedido de médicos que lo solicitaban para sus pacientes— explicó Robaina— A partir de ahora vamos a disponer del producto a un costo mucho menor que aquel que se importa».

Los medicamentos que produce el laboratorio son distribuidos de forma gratuito en los efectores públicos. «Toda persona o paciente que necesite el aceite dentro del sistema de salud lo va a tener de forma gratuita».

En Argentina, la lucha por reconocer el uso terapéutico de la planta de marihuana lleva por lo menos 30 años y los avances en ese tiempo fueron relativos. Recién en 2017, el Congreso de la Nación aprobó una ley de cannabis medicinal, pero que en su reglamentación fue no satisfizo las necesidades de quienes requieren de esa medicina: las patologías que podían ser tratadas con aceites u otros derivados eran escazas, no se permitía el autocultivo y las formas de acceso eran muy complejas. Recién a fines del 2020, una nueva reglamentación resolvió algunos de esos inconvenientes.

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