Dicen que es el mejor amigo del hombre. Entonces ¿por qué lo ataca?. Para una médica veterinaria experta en el estudio del comportamiento de los perros, los ataques de éstos a humanos no tienen explicación en los genes característicos de determinadas razas, sino en el contexto de desarrollo del can desde su etapa embrionaria hasta la adultez. A partir de allí, cualquier perro puede tener un comportamiento agresivo, aunque claro está, el daño que puede generar un caniche no es el mismo que el que puede ocasionar un pitbull.
María de la Paz Salinas es médica veterinaria, especialista en Etología Clínica y Zoopsiquiatría. También es miembro de la asociación francesa Zoopsy y de la Societé Psychiatrie Comparée. Sus años de estudio y experiencia la llevaron a afirmar que las razas de perros potencialmente peligrosas no existen. En realidad, los animales peligrosos «son los que están criados con ciertas características en las que no se respetaron las necesidades de la especie», indicó la especialista a Aire Digital.
La raza pitbull y sus mestizos son estigmatizados como perros potencialmente peligrosos.
La probabilidad de que un comportamiento tenga origen en el ADN (lo que se llama «determinismo genético») es muy baja. «Para los franceses, no supera el 20% y para los estadounidenses, el 30%», explicó Salinas. Sí tiene mucha incidencia la epigenética, que en términos científicos, hace referencia al ambioma como condicionante de la expresión del genoma. Lisa y llanamente, las experiencias tempranas en el desarrollo del cachorro van a determinar y explicar sus comportamientos futuros.
«La genética es muy relativa. Pero el ambiente condiciona, puede activar y desactivar genes en forma transitoria», especificó.
Los animales peligrosos son los que están criados con ciertas características en las que no se respetaron las necesidades de la especie
Para un perro sano, los 60 días no se negocian
Una perra estresada durante su preñez, es probable que tenga cachorros ansiosos. «Así como los niños necesitan estimulación del entorno, aprender a no morder y controlar su comportamiento motor, los perros también necesitan aprenderlo», explicó la veterinaria.
La adaptación al entorno está determinada en gran medida por estas primeras experiencias, al igual que el humano.
«Los cachorros tienen que estar hasta el día 60 con la madre y no se negocia», aseguró Salinas. Es que en estos dos meses, el perro desarrollará sus instintos y sentidos básicos que serán la materia prima de su aprendizaje.
A los 15 días desde su nacimiento, el cachorro abre los ojos. En el día 21, el oído comienza a estar operativo. Después de estas tres semanas, los canes se lanzan al período de socialización con sus pares, humanos, otras especies y entorno.
En la cuarta semana empieza el «destete alimentario«, etapa en la que empiezan a asomar los primeros dientes. Muchos perros son alejados de su madre en este período de, aproximadamente, 28 días. «Entonces adoptamos o compramos perros de razas peligrosas que rompen y muerden todo y lo atribuimos a que es el comportamiento normal de un cachorro, cuando en realidad, en la naturaleza, no muerden ni juegan hasta los dos meses y medio», explicó la médica veterinaria a Aire Digital.
No hay un gen agresivo
Atribuido el comportamiento de un perro a su aprendizaje y adaptación, la doctora Salinas concluyó que no hay un gen que defina la agresividad de un can. La experta que tiró abajo las famosas listas de las razas más peligrosas, entiende que hay perros con mayor o menor capacidad de adaptación y con diferente respuesta a los estímulos de los humanos, como ser más o menos cariñoso con el dueño.
«Hay genéticas que son más cercanas al ancestro común del perro (el lobo) y otras que tienen miles de siglos al lado del hombre. Pero de ahí a definir una raza como peligrosa es un trecho enorme», reafirmó la experta y confesó que desde su experiencia, el perro que peor daño hizo a un humano fue un golden retriever, para sorpresa de los detractores de los pitbull.
Contra la estigmatización de esa raza, Salinas asegura que la diferencia con el ataque de un pitbull es la potencia. «Es un animal terriblemente fuerte que desarrolla mucha musculatura», sostuvo. Pero no hay que mezclar los tantos. «Los caniche tienen un comportamiento más agresivo pero el daño que pueden generar es menor debido a sus características físicas», explicó. El alcance de las mordeduras de un perro también es relativo al agredido, ya sea otro de su especie o un humano. «Un cocker es peligrosísimo para un nene de 3 años», por ejemplo, ya que la masa del cuerpo del animal puede ser mayor a la del niño y por lo tanto, mayor su fuerza.
Suele creerse que los perros golden retriever o los de raza conocida como «labrador» son las indicadas para convivir con un niño.
¿Qué hacer con los perros que atacan?
Ante el ataque de un perro por primera vez o en ocasiones reiteradas, el debate principal que suele darse en una comunidad es qué hacer con el animal. Para la especialista en zoopsiquiatría, el camino correcto es, primero, realizar una evaluación de riesgo y diagnóstico.
«Los perros no nacen peligrosos, de la misma manera que los niños no nacen delincuentes», sostuvo Salinas. «A veces es difícil revertir su falta de aprendizaje, pero sí es posible modificar el comportamiento», continuó. Luego hay que determinar si el perro puede quedarse con la familia o los humanos con quienes convive hasta ‘curarse’ o si es necesario alejarlo.
«Los verdaderos perros peligrosos son los insociabilizados, que son criados en aislamiento social, sin rituales de comunicación con otros animales de su especie», reafirmó la médica veterinaria. Pero nada de ello está determinado por la raza.
Al fin y al cabo, «podemos extinguir todas las razas potencialmente peligrosas y otras van a tomar ese lugar».