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¿Cuál es mejor? Científicas argentinas compararon las vacunas y esta fue su conclusión

SCaldia
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La carrera de investigación en pos de acabar de una vez por todas con la pandemia de coronavirus que afecta al mundo entero ha provocado que miles de científicos se preocupen por alcanzar una nueva vacuna. Una vez conseguidas, el siguiente paso es superar el obstáculo de la no aceptación y la desinformación.

Por esto, un grupo de tres prestigiosas científicas argentinas integrado por la médica especialista en alergia e inmunología Mirna Biglione y la doctora en biología celular, oncología y química biológica, Laura Bover, recopilaron datos de tres de las vacunas hasta el primer día del 2021 y evaluaron, entre otras cosas, su eficacia.

De acuerdo a lo reportado, la eficacia general en la prevención de infección sintómatica en el caso de la vacuna de Moderna es del 94,1% y contó con la participación de más de 30 mil participantes, La de Pfizer-BioNTech, en cambio, reportó una eficacia superior del 95% y fue estudiada en alrededor de 43 mil personas. En tanto, la polémica Sputnik V tiene una eficacia del 91,4% y una participación menor de 22 mil personas.

En cuanto a la eficacia en condiciones preexistentes, Moderna informó tener 90,9%, Pfizer 95,3% y se desconocen mayores datos de la rusa. En tanto, la mejor para los mayores de 65 años es la vacuna de Pfizer. Ese laboratorio informó que es del 94,7% en ese grupo etario. Mientras que es del 86,4% en la de Moderna y desconocida en el caso del desarrollo de Gamaleya.

Por otra parte, por los tiempos que la investigación requeriría, se desconoce aún cuánto dura la inmunidad y si se previene la transmisión del virus. “Vamos a tener que esperar un tiempo para ver cómo evolucionan los resultados de estos ensayos de Fase III en el caso de todas las vacunas, ya que cabe destacar que están aprobadas para uso de emergencia”, reconoció Biglione a Infobae.

Uno de los aspectos con mayor controversia de las vacunas fue el tema del almacenamiento y refrigeración. En este sentido, la más compleja es la de Pfizer y BioNTech que requiere una temperatura de -70ºC y equipos de almacenamiento especiales. Moderna Gamaleya por su parte, permiten refrigerarse en freezers regulares a -20ºC

Respecto a la administración, las tres se realizan a través de una inyección intramuscular. En el caso de la rusa se colocan dos dosis diferentes con un tiempo de entre cuatro semanas entre una y otra, mientras que Moderna y Pfizer colocan dos dosis idénticas con un lapso de cuatro semanas para la primera, y de tres para la segunda. 

En cuanto a la tecnología que presentan, Moderna y Pfizer cuentan con la ARNm. En este caso el ARN traslada información para que las células sinteticen la proteína. Mientras que la Sputnik cuenta con dos adenovirus humanos  transportadores de ADN.

Finalmente, las reacciones adversas fueron más altas en el caso de Moderna (21,5%). mientras que fue del 8,8% en el caso de Pfizer y se desconoce en la vacuna de Gamaleya. En estos casos, los efectos más comunes fueron dolor, hinchazón, cansancio, dolor de cabeza, fiebre, dolor muscular, náuseas, síntomas seudogripales y malestar general.

De acuerdo a Bover, «a principio de año todos decían que era una locura hacer una vacuna en 1 año. Ahora que está disponible, todos quieren la vacuna. Los 10-15 años que tarda en llegar a ser aprobada, se requieren para resolver todas esas dudas: quien la puede o no puede recibir, protege por cuantos meses o años, despierta inmunidad humoral (de anticuerpos) o celular (linfocitos T de memoria). Ahora hay que aprenderlo sobre la marcha. Lo que sabemos es que debe despertar los dos tipos de respuesta inmune».

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