El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, aclaró que la decisión final de jugar o no con público en la fase final de la Champions League que se disputará en Lisboa entre el 12 y 23 de agosto, le corresponderá al país anfitrión.
“Si fuera una situación que aconseja que no haya público, no habrá. Es decir, quien manda es el país donde se celebra“, aclaró hoy el jefe del Estado portugués en declaraciones a los periodistas en Lisboa.
El presidente portugués insistió, acerca de la elección de Lisboa como sede, que “para la economía del país significa una promoción que no tiene precio“. Portugal es uno de los países menos afectados por la pandemia en el sur de Europa, aunque desde finales de mayo han sido detectados varios brotes en cinco zonas de Lisboa y hay dificultades para controlar sus cadenas de transmisión.
La fase final la disputarán a partido único los cuatro equipos que se clasificaron para cuartos de final antes del receso por el coronavirus en marzo pasado y los cuatro que surgirán de las eliminatorias que aún deben decidirse si mantendrán las localías originales y serán el 7 y 8 de agosto.
Los que están clasificados a cuartos de final son Atlético de Madrid, París Saint Germain, Atalanta y Leipzig, mientras que los partidos a jugarse para definir los equipos que restan son Barcelona-Nápoli; Bayern Múnich-Chelsea; Juventus-Lyon y Manchester City-Real Madrid.
La final de la Champions League 2020 se debió haber jugado a fines de mayo en Estambul, pero el receso prolongado por el coronavirus generó un cambio no solo en el calendario sino en el sistema de competición, ya que será la primera vez que cuartos de final y semifinales se jugarán a un único partido.