Olvidarse de que existe un peligro invisible afuera es quizás el deseo de muchas personas. Así ocurrió con una pareja británica, que cruzó navegando el oceáno Atlántico, sin saber que un nuevo y mortal virus se expandía por todo el mundo.
Se trata de Elena Manighetti y Ryan Osborne, quienes vivían en Manchester, Reino Unido, hasta 2017, cuando decidieron dejar sus trabajos, comprar un barco y navegar por el mundo. Si bien mantienen contacto con sus familias, pusieron una condición: nada de malas noticias.
El mes pasado, después de 25 días en el mar, sin acceso a Internet y con muy poca comunicación con sus familiares y amigos, Elena y Ryan planeaban desembarcar en una pequeña isla del Caribe.
Pero, una vez recuperada la señal de sus teléfonos, descubrieron que las fronteras de su destino estaban cerradas y que el mundo atravesaba una pandemia de la que no habían oído nada.
«En febrero habíamos oído que había un virus en China, pero con la poca información que teníamos, imaginamos que al llegar al Caribe todo habría terminado«, relató Elena en diálogo con el medio británico BBC.
Por su parte, Ryan agregó: «Primero intentamos atracar en uno de los territorios franceses en el Caribe, pero cuando llegamos descubrimos que todas las fronteras estaban cerradas y que las islas no permitían el ingreso».
Entonces, la pareja pensó que se trataría de una medida preventiva por la temporada alta, por lo que subieron de nuevo al bote y desviaron su viaje a Granada, donde consiguieron señal 4G y comenzaron a comprender la magnitud de lo que pasaba.
En Granada, pretendieron dirigirse a la isla de Bequia, pero una amiga que vive allí les advirtió que no iban a dejarlos bajar porque Elena es ciudadana italiana, cuya familia es de Lombardía, la región más afectada de ese país europeo.
Afortunadamente, la pareja había registrado el recorrido de su barco a través de la señal de GPS y pudieron exhibir su historial de viaje ante autoridades para demostrar que no habían estado en Italia en meses y que estuvieron aislados durante 25 días en el mar. Así pudieron volver a pisar tierra firme.
La noticia de la enome cantidad de muertes por coronavirus impactó a Elena y a Ryan, ya que algunas personas que conocen hace años están fallecidas. Aún así sus familias se comunicaron y les dijeron que están sanos.
«No queremos dejar San Vicente por ahora, ya que no hay ningún lugar abierto. Estamos acá por el momento con el objetivo de salir antes de que comience la temporada de huracanes a principios de junio», afirmó Elena.
Su esperanza es continuar explorando el Caribe, aunque por ahora deberán quedarse aislados, entre la temporada de hurcanes y el coronavirus.