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Pirotecnia: cómo actuar si un perro padece una crisis por los fuegos artificiales

SCaldia
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El pasado fin de semana, el país se conmocionó por la muerte de Magui, una perra bóxer que sufrió un ataque al corazón mientras escuchaba los estruendos de la pirotecnia en Esquel. La imagen del animal en sus últimos segundos de vida en los brazos de su familiar recorriendo Argentina y traspasaron fronteras. A ello se sumó la denuncia de Antonella Modasjazh, la madre del joven que protagoniza las tristes fotos que ella acompañó con un descargo en las redes y que pronto se viralizaron: “Llamamos a todos los veterinarios de Esquel para que nos ayuden ¡y ninguno nos atendió!”.

La desesperación de la familia se suma a que poco se sabe sobre cómo actuar mientras nuestros animales domésticos —tanto perros como gatos— están padeciendo una crisis a causa de los estruendos. Y a ello se suma que, pese a que varios municipios y en algunas provincias la pirotecnia está prohibida, la siguen tirando. Lo que genera que las personas no lleguen a tomar los recaudos necesarios para proteger a su animal.

Los graves efectos de la pirotecnia: qué hacerMascotas y fuegos artificiales – #Informes

Desde hace años, en Argentina se pide una ley de “Pirotecnia Cero”. Durante 2018, una propuesta del diputado justicialista Eduardo “Bali” Bucca pidió por la prohibición de uso y distribución de artículos de pirotecnia sonora. El texto del proyecto fue el resultado de la unión de distintos grupos y organizaciones que buscan crear conciencia sobre el autismo y los derechos animales.

Aquella idea —que no prosperó y que mientras era presentada en la Cámara de Diputados lidiaba con la manifestación de trabajadores de la industria del fósforo, en contra de la propuesta— pedía que se elimine el estruendo y que se respete el derechos a la salud de las personas con autismo, bebés y adultos mayores, también a los animales.

La intención era muy buena: “En pos de construir una sociedad más inclusiva, presentamos este proyecto que prohíbe el uso y distribución de artículos de pirotecnia sonora superior a 84 decibelios”, aseguraron los firmantes de la propuesta que argumentaron desde la coherencia: “Tenemos la obligación de evitar hacer sufrir a otros”.

 Si tu animal se esconden debajo de la mesa, de la cama, sillas o en cualquier otro lugar, lo mejor es no sacarlo de ahí y dejarlo tranquilo, ya que ahí se sienten más seguros.

Campaña pirotecnia cero en Perú: una compañía de seguros ideó una campaña para demostrar cómo sufren los perros por la intensidad del ruido.
Campaña pirotecnia cero en Perú: una compañía de seguros ideó una campaña para demostrar cómo sufren los perros por la intensidad del ruido.

Pero no se logró. Sí, se consiguió que la pirotecnia sea prohibida en varios municipios de la provincia de Buenos Aires y en algunas provincias. Pero, pese a ello no se respeta la prohibición. Y entre quienes más padecen los estruendos están los animales.

“Los animales domésticos, perros y gatos, sufren mucho los estruendos de la pirotecnia. Ellos, al tener el sentido del oído mucho más sensible que el nuestro, con los estruendos sufren alteraciones auditivas, estados de desorientación, miedo extremo, terror a la muerte inminente. Se muestran incoordinados, tienen temblores musculares, taquicardia, salivación. En animales viejitos o que tienen cardiopatías preexistentes puede llegar a producir la muerte», señaló a Infobae la médica veterinaria Marcela Mansinho (MN 759).

 “Los animales, al tener el sentido del oído mucho más sensible que el nuestro, con los estruendos sufren alteraciones auditivas, estados de desorientación, miedo extremo, terror a la muerte inminente. Se muestran incoordinados, tienen temblores musculares, taquicardia, salivación. En animales viejitos o que tienen cardiopatías preexistentes puede llegar a producir la muerte”.

Los perros no escuchan al nacer y recién escuchan cuando tienen alrededor de 21 días. Durante ese tiempo se basan únicamente en el olor para interpretar su mundo, pero en el momento en que el sentido del oído está totalmente desarrollado su audición es mayor a tres veces que la nuestra: detectan sonidos en el rango de frecuencia de aproximadamente 67 – 45.000 Hz (varía con diferentes razas), en comparación con los seres humanos, con un intervalo aproximado de 64 – 23.000 Hz.

Por su parte, la proteccionista Claudia Favano que además integra el programa radial Pelos en la ropa aseguró que “Argentina necesita una ley de pirotecnia cero» y subrayó que «el efecto que producen en los animales es terrible”. En ese tono reclamó: “Necesitamos una ley que nos proteja”.

Cómo actuar si nuestros animales entran en crisis

El médico veterinario Miguel Onofrio Longo dio una serie de consejos a tener en cuenta para que nuestros animales no la pasen mal durante los estruendos.

Lo primero que hay que hacer es prevenir: tratar de dejarlos en lugares lo más cerrado posible, siempre con nuestra compañía, tratar de mimarlos, distraerlos, abrazarlos, estar cerca, dejarles música pero fundamentalmente la presencia firme porque los perros tienen que descargar todo (el miedo, la ansiedad) en nosotros, como líderes de la manada. Por ese es un trabajo que, obviamente, va con la educación y la sociabilización previa que uno tiene con el animal de la casa”, explicó.

Al recordar los tristes casos fatales en los que varias familias lamentaron la pérdida de sus animales, el veterinario sostuvo que “normalmente este tipo de cosas pasa cuando no hay un liderazgo de la manada del dueño del animal, el jefe de la manada, el alfa. Eso trae problemas”. Y remarcó que “siempre el afecto y la contención hace que el animal la pase lo mejor posible”.

Además señaló que en los casos en los que los animales tienen “una predisposición o una patología preexistente, como un problema cardíaco o respiratorio» hay que reforzar los cuidados preventivos ya que ellos «pueden padecer más este tipo de complicaciones que vienen con los cohetes, con las Fiestas y el mundo pirotécnico que, lamentablemente, estamos viviendo”.

También la pueden pasar muy mal y verse afectados los perros con trastornos neurológicos como la epilepsia. “Por eso, siempre lo ideal es un ambiente tranquilo, música tranquila, tratar de contenerlos, de relajarlos”, recomendó.

En el caso de que se opte una usar medicación “siempre se debe hacerlo bajo la estricta indicación del médico veterinario”. “En mi caso usamos la medicación natural, homeopática para ir reduciendo la sensibilidad al ruido y el nerviosismo que le genera este tipo de estruendo a los animales”, dijo y para quienes opten por esa opción natural recordó que “conviene preparar a los animales una semana o diez días antes con este tipo de medicación para bajar el umbral a la sensibilidad a los ruidos que les genera tantas molestias”.

En resumen, Onofrio Longo remarcó que “lo importante, fundamentalmente, es estar alerta. No dejar a los animales solos”.

Y ante un caso crítico como un ataque o de un animal que se descompone “sí hay que buscar alguna clínica. Hay que tener previamente una clínica veterinaria donde acudir en caso de ser necesario”.

Desde El Campito Refugio también dieron consejos para que los animales sobrelleven el momento ensordecedor:

•Evitar atarlos ya que por el susto se pueden lastimar.

• Tratar de no dejarlos en una terraza o balcón sin una red.

• Si van a quedarse solos, que sea en una habitación segura, libre de obstáculos, sin espejos ni filos y con las persianas cerradas.

• Armarles un refugio con una cucha, agua fresca y música alta (los expertos aseguran que la música clásica ayuda a combatir el estrés). No dejarles comida y chequear que estén bien cada tanto.

• Identificarlas con una chapita o collar en el que se vea claramente un teléfono de contacto para que, si se escapan, puedan ser devueltas.

• Pasear a los perros antes, en caso de que se queden solos, así quedan más cansados.

• Siempre consultar al veterinario antes de optar por sedarlas.

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