El «pozo del infierno existe. Está ubicado en el norte de Rusia. Circulan versiones sobre gritos que se escuchan a 12 kilómetros de profundidad.
El «pozo del infierno» existe y retoma las viejas historias sobre la Guerra Fría, tan de moda en series como «Stranger Things 3». Por las colinas de Kola, al norte de Rusia, está emplazada una pequeña tapa redonda de hierro oxidada y sellada por 12 remaches (mejor no abrirla).
La leyenda cuenta que Estados Unidos y la Unión Soviética competían por la misión científica. En el caso de la actual Rusia se había dicho que la perforación superaba los 14.400 metros y que hasta se había descendido un micrófono resistente al calor que captó gritos y lamentos del infierno. Una radio religiosa (TBN) aseguró la veracidad del infierno y hasta difundió un falso informe que decía que un extraño ser con alas de murciélago había surgido del pozo gritando «¡He vencido!»
La construcción del famoso SG-3 se remonta al 24 de mayo de 1970. La meta inicial del proyecto ambicionaba llegar a los 15 kilómetros de profundidad, para lo que se echó mano de la tecnología de la perforadora Uralmash-4E y, años más tarde, se utilizó la llamada Uralmash-15000.
El proyecto, que fuera propuesto por el Consejo Científico Interdepartamental para el estudio de la Tierra en 1962, estuvo activo por casi dos décadas. En 1989 se alcanzó la profundidad máxima 12.262 metros de profundidad.
Pese a que mantiene el récord en la actualidad, también lo alcanzó, por ejemplo, en 1979, cuando superó al pozo Bertha Rogers en el condado de Washita, Oklahoma, que tiene 9.583 metros de profundidad.
¿Por qué no se alcanzaron los 15 kilómetros propuestos inicialmente? Los especialistas esperaban toparse con temperaturas de 100°C, pero la realidad los espantó: 180°C. La tecnología y el presupuesto que se tenía en ese entonces no permitía trabajar a esos niveles.
Vale recordar que sólo la corteza terrestre tiene unos 35 kilómetros de espesor. Para llegar al centro de la Tierra habría que perforar otros 6.300 kilómetros.
A los 8 kilómetros se pudo instalar un laboratorio geológico, pero no hubo -al menos que se sepa- ningún encuentro sobrenatural. Quedará para los más delirantes rastrear en YouTube los famosos gritos del infierno.