Inflación de octubre – El ministro de Economía, Toto Caputo, ha hecho afirmaciones audaces sobre la dirección futura de la inflación en Argentina, prometiendo una reducción significativa para mediados de 2026. Sin embargo, los datos recientes sugieren un panorama complejo y lleno de desafíos. A continuación, exploraremos los detalles de su declaración y la situación económica actual.
- El contexto actual de la inflación en Argentina
- Impacto en la canasta básica y en los consumidores
- Afirmaciones de Caputo y la percepción pública
- El relato de Toto Caputo y su interpretación
- Expectativas del mercado: análisis del REM
- Desafíos entre la narrativa y la realidad económica
- Proyecciones hacia 2026 según Caputo
- El número detrás del relato: una mirada crítica
El contexto actual de la inflación en Argentina
Recientemente, se reportó que la inflación en octubre alcanzó un 2,3%, según datos del INDEC. Esto representa un leve aumento respecto al 2,1% de septiembre, creando un clima de incertidumbre en la población y en los analistas económicos. En este escenario, Caputo sostiene que Argentina está “caminando hacia una inflación internacional” y se comprometió a que la inflación mensual será inferior al 1% para mediados de 2026.
Sin embargo, este optimismo contrasta con la realidad de los números. La variación acumulada del año hasta octubre es del 24,8%, con un incremento interanual del 31,3%. Las categorías que experimentaron mayores aumentos incluyen Transporte (3,5%) y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (2,8%).
Impacto en la canasta básica y en los consumidores
Durante el mismo mes, tanto la canasta básica alimentaria (CBA) como la canasta básica total (CBT) mostraron un incremento del 3,1%. Estos aumentos han llevado a que los incrementos acumulados del año sean del 21,1% para la CBA y del 18,5% para la CBT, resultando en variaciones interanuales del 25,2% y del 23%, respectivamente. Esto resalta la presión que enfrentan los hogares argentinos en su día a día.
Según Adcap Grupo Financiero, la inflación ha mostrado poca sensibilidad a las fluctuaciones del tipo de cambio. Por ejemplo, la inflación de bienes ha subido de 1,4% en julio a 2,3% en octubre, a pesar de la volatilidad del mercado cambiario. Este fenómeno sugiere que la inflación está arraigada en factores estructurales más profundos.
Afirmaciones de Caputo y la percepción pública
El propio Caputo ha celebrado que la inflación interanual de octubre haya sido “la más baja desde julio de 2018”, aunque este argumento es cuestionado por muchos. La comparación es válida, pero se ignora un contexto de recesión, donde el consumo está en declive y los salarios son insuficientes para cubrir las necesidades básicas. Así, el “milagro del uno”, que el Gobierno esperaba mostrar antes de las elecciones, aún no se materializa.
El relato de Toto Caputo y su interpretación
En un intento de reforzar su mensaje, Caputo ha utilizado las redes sociales para comunicar su visión. Destacó los “18 meses consecutivos de desaceleración” y argumentó que “el proceso de desinflación continuó a pesar de la incertidumbre electoral”. Sin embargo, los datos indican que la media móvil de seis meses del IPC se encuentra en 1,88%, la más baja desde 2018, lo que podría ser un indicativo de que la estrategia podría estar mostrando signos de agotamiento.
El ministro también ha afirmado que la disminución de precios se debe al “orden fiscal y monetario”, aunque muchos economistas advierten que esta situación tiene sus límites. El ajuste económico, que ha permitido contener la inflación, podría no ser sostenible a largo plazo.
Expectativas del mercado: análisis del REM
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el Banco Central anticipó una inflación del 2,2% para octubre, cifras que coinciden con las reportadas oficialmente. Sin embargo, las proyecciones para noviembre y diciembre son menos optimistas, anticipando aumentos del 1,9% y del 2% respectivamente, lo que sugiere que la inflación podría cerrar el año en torno al 29,6%.
Algunas consultoras están emitiendo alertas sobre el comportamiento de los precios, entre ellas:
- Eco Go reporta un aumento del 1,1% en alimentos y bebidas en la primera semana de noviembre, proyectando un 2,5% mensual impulsado por carnes, frutas y tarifas.
- Econviews prevé una inflación del 2,4%, con una presión significativa de los precios regulados.
Clara Alesina, analista económica de la Fundación Libertad y Progreso, afirma que aunque podría haber un cierto rezago del impacto cambiario, el reciente resultado electoral ha reforzado la confianza en el programa económico actual. Esto podría favorecer una menor necesidad de emisión monetaria y, en teoría, una desaceleración de la inflación.
Desafíos entre la narrativa y la realidad económica
El presidente Javier Milei ha respaldado el discurso de Caputo, afirmando que “pasada la pirotecnia electoral, vamos hacia una inflación cero”. Sin embargo, este optimismo se ve contrarrestado por la realidad de los ajustes tarifarios pendientes y la dinámica del consumo, que continúan siendo un foco de incertidumbre.
La inflación núcleo, que excluye precios estacionales y regulados, ha registrado un 2,2% en octubre, situándose apenas por debajo del promedio general, lo que indica que hay factores que continúan impulsando la inflación más allá de lo esperado.
Proyecciones hacia 2026 según Caputo
Caputo se muestra optimista respecto al futuro, proyectando que en los próximos doce meses, Argentina convergerá hacia inflaciones similares a las internacionales. En una declaración reciente, apuntó que para mediados de 2026, la inflación mensual podría situarse en torno al 1% o menos. Sin embargo, esta visión es contrastada con la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI), que estima una inflación de al menos 10% para 2026.
El número detrás del relato: una mirada crítica
Los datos de octubre llegan en un contexto marcado por las elecciones legislativas y una volatilidad cambiaria moderada, lo que no se ha reflejado de manera significativa en los precios. Sin embargo, el aumento de 0,2 puntos respecto a septiembre puede indicar que el proceso de desinflación está perdiendo impulso.
Para muchos analistas, la contención de precios ha sido a costa de un enfriamiento significativo de la actividad económica. En otras palabras, la aparente estabilidad no es un reflejo del éxito de la política económica, sino más bien del freno en la actividad económica. Por lo tanto, aunque el “milagro del uno” sigue sin manifestarse, el relato de Caputo se mantiene firme, dejando a la población con la incertidumbre sobre qué vendrá en el futuro.












