Luis Miguel ya se encuentra en nuestro país, y sus fanáticas se preparan para disfrutar de los shows que brindará «El Sol de México». El cantante llegó a Buenos Aires el lunes a la noche en un vuelo privado proveniente de Chile, en donde realizó dos conciertos en Santiago, como era de esperar, con entradas agotadas, y se hospedó en el exclusivo hotel Four Seasons de Buenos Aires.
El mexicano se presentará esta noche en una cena de gala, en La Rural, para luego realizar tres actuaciones en el Campo Argentino de Polo, los próximos 6, 8 y 9 de marzo. Para completar el tour en Argentina, el artista viajará a Córdoba en donde tocará en el Monumental de Alta Córdoba, más conocido como la cancha de Instituto, el 14 de marzo.
Los afortunados que concurran a la exclusiva gala que se realizará en La Rural, cabe destacar que se vendieron solamente 2.200 tickets, disfrutarán de todos los clásicos del ídolo latino y también tendrán incluido un cóctel de recepción, un menú de tres pasos de primer nivel a cargo del catering del hotel Faena, el cual incluye carpaccio de pulpo, carnes patagónicas con salsa de oporto y malbec y vegetales de estación, entre otros platos de primerísima calidad.
Las exigencias de Luis Miguel para sus shows en Argentina
En “Socios del espectáculo” (El Trece) revelaron las exigencias que Luis Miguel habría pedido para sus shows en Argentina. «Sus pedidos apuntan al servicio de catering específicamente e incluyen una juguera con extractor de jugos, tabla de picar con cuchillo afilado, canasta de frutas varias para preparar jugos que incluya banana, manzana, toronja, naranjas, frutillas, pepino, jengibre, perejil, apio, piña, entre otras», comenzó explicando Rodrigo Lussich en el ciclo.
A su vez, entre la lista de requerimientos que habría solicitado “El sol de México” se encuentran: un set de té y de café, una bandeja de pavo, variedad de fiambres y quesos, pañuelos, hielo, galletitas de agua, vasos, platos, tenedores y tres tachos de basura.
Para los conciertos de Buenos Aires y Córdoba, el cantante exigió contar con un camarín de seis metros cuadrados, con baño y ducha privada. Además, este espacio de descanso debía tener cortinas y alfombras de color gris, un sofá de dos cuerpos en color claro, una mesa ratona y dos mesas de apoyo.
De igual manera, se conoció que el artista pidió que en el camerino haya una botella de tequila, de una de las marcas más caras del mercado; 12 botellas de agua Fiji, seis botellas de agua esencial y cuatro botellas de Electrolit, una bebida mexicana con sabor a coco.
